Irán ha dejado bajo arresto domiciliario a cinco estadounidenses que hasta ahora retenía en sus cárceles, en lo que parece un primer paso para la entrega de lo que Washington siempre ha denunciado que eran rehenes.
El Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca, por boca de su portavoz Adrienne Watson, ha confirmado el cambio de los prisioneros a arresto domiciliario y ha calificado las gestiones para ponerlos en libertad como “delicadas” y que “continúan”.
El abogado Jared Genser ha confirmado que sus tres clientes Siamak Namazi, Emad Sharghi y Morad Tabaz, y otro preso no identificado se encuentran ahora en un hotel de Teherán bajo vigilancia. Con ellos está la quinta persona, una mujer tampoco identificada, a la que se había trasladado previamente. Todos ellos tienen la doble nacionalidad iraní o son de ascendencia de ese país.
Namazi había sido detenido en 2015 y sentenciado a diez años de cárcel por espionaje en un juicio que recibió numerosas críticas internacionales. Sharghi, un inversor, había recibido una condena similar también por supuesto espionaje. Tahbaz, un ciudadano británico-estadounidense de ascendencia iraní, permanece detenido desde 2018 y también cumplía una condena de diez años por “contactos con el gobierno estadounidense”.
Si se confirma la existencia de un pacto para la liberación de los cinco, será el culmen de una serie de delicadas negociaciones entre Estados Unidos y Teherán que comenzaron hace dos años y medio a través de países intermediarios como Omán, pues los dos tradicionales enemigos no mantienen relaciones diplomáticas. Irán había dado a entender que reclamaba a cambio el desbloqueo de cerca de 6.000 millones de dólares en ingresos por su petróleo retenidos en bancos de Corea del Sur.
“El desplazamiento por parte de Irán de los rehenes estadounidenses de la cárcel de Evin a arresto domiciliario es un acontecimiento importante”, ha declarado Genser en un comunicado. “Aunque espero que sea el primer paso en su liberación definitiva, esto es en el mejor de los casos el principio del fin y nada más. Pero simplemente no existen garantías sobre lo que vaya a ocurrir a partir de ahora”.
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Neda Shargi, hermana de uno de los prisioneros, también ha confirmado el traslado. “Mi familia tiene fe en el trabajo que el presidente (Joe) Biden y funcionarios del gobierno han acometido para devolver a nuestras familias a casa, y espero recibir esa noticia pronto”, ha indicado también en un comunicado. “Hasta entonces, espero que entiendan que no creamos que hacer más comentarios vaya a ayudar”.
No está claro cuándo, de confirmarse el acuerdo, los cinco se entregarían a custodia estadounidense. Las tensiones entre los dos gobiernos han ido en aumento en los últimos meses y la Armada estadounidense refuerza su presencia en el golfo Pérsico, donde considera la posibilidad de escoltar a los barcos comerciales que atraviesan el estrecho de Ormuz, por donde pasa el 20% del comercio mundial de petróleo.
El traslado “es un paso alentador, pero estos ciudadanos estadounidenses nunca debieron haber sido detenidos”, ha señalado Watson. “Vamos a seguir supervisando su situación tan de cerca como sea posible. Por supuesto, no descansaremos hasta que estén de regreso todos ellos en Estados Unidos”.
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